"Simples monitores estropeados"
Llegamos al portal.
Vaya paseito que me había dado mi padre, lo bueno de todo aquello es que toda esa trampa para ratas se acabó cuando él pulsó una tecla....
(....esperando....)
De repente se oía la voz de una mujer por el telefonillo, María, la mujer de Fernando.
Recordaba a aquella mujer, siempre me gustó, era tan cariñosa, y Fernando lo mismo, los dos eran persona maravillosas. También recordaba a Nicolás y Marcos, de pequeños estábamos muchas veces juntos, eran dos niños completamente iguales, no sabías ni diferenciarles tan siquiera.
(Unos metros más arriba...)
"¡DIN-DON!"
-¡Hombre hola!
-¡Hola María!
-¡Vaya Ángela, pero cómo has crecido!
-¡Gracias!
-¡Pasad, pasad!
Me encantan esas caras de iluminación que pone la gente como de sorpresa, o algo por el estilo, cuando se encuentran a algún conocido, para mí es algo increíble.
-¿Y qué tal el verano Ángela?¿Has ido a algún sitio?
-Pues si, he estado llendo con una amiga a un club de deporte y allí hacemos de vez en cuando alguna actividad, también vamos a la playa y vemos alguna película cuando llueve.
-Ah! Pues eso está muy bien.
-Si, por lo menos hago algo más que estudiar matemáticas ¡jajaja!
En menos de una milésima de segundo apareció Fernando por una de las puertas de aquella casa:
-¡HOMBRE! Pero si has venido también con Ángela.
-¡SORPRESA!- dije yo.
-¡JAJAJA!- Todos se hecharon a reír.- Pues que pena, estos han salido ahora a patinar un poco por el parque, si quieres puedes bajar a buscarles, seguro que no estarán muy lejos.
-No, no, dejalo, ya me quedo aquí- ¿Pasar otra vez frío? No, ¡GRACIAS!
-Bueno, pues entonces, si quieres, sientate allí en el sofá y vé un poco la tele. ¿Quieres algo de beber o de comer?- me dijo María.
-Un poco de coca-cola si tienes.
-¡Pues claro que tengo! Con estos siempre hay que tener algo de esas cosas, porque entre los amigos y todo eso ¿verdad?
Asentí con la cabeza y sonreí con una suave risita.
Mi padre entró en la habitación del ordenador guiado por Fernando. Mi padre es una manitas de la informática, cuando no está arreglando un ordenador de un conocido está arreglando el mio o el suyo, resumiendo, en mi casa SOBRAN ordenadores.
Ese día se estropeó el de Nicolás y Marcos...por algo estábamos allí...
Vaya paseito que me había dado mi padre, lo bueno de todo aquello es que toda esa trampa para ratas se acabó cuando él pulsó una tecla....
(....esperando....)
De repente se oía la voz de una mujer por el telefonillo, María, la mujer de Fernando.
Recordaba a aquella mujer, siempre me gustó, era tan cariñosa, y Fernando lo mismo, los dos eran persona maravillosas. También recordaba a Nicolás y Marcos, de pequeños estábamos muchas veces juntos, eran dos niños completamente iguales, no sabías ni diferenciarles tan siquiera.
(Unos metros más arriba...)
"¡DIN-DON!"
-¡Hombre hola!
-¡Hola María!
-¡Vaya Ángela, pero cómo has crecido!
-¡Gracias!
-¡Pasad, pasad!
Me encantan esas caras de iluminación que pone la gente como de sorpresa, o algo por el estilo, cuando se encuentran a algún conocido, para mí es algo increíble.
-¿Y qué tal el verano Ángela?¿Has ido a algún sitio?
-Pues si, he estado llendo con una amiga a un club de deporte y allí hacemos de vez en cuando alguna actividad, también vamos a la playa y vemos alguna película cuando llueve.
-Ah! Pues eso está muy bien.
-Si, por lo menos hago algo más que estudiar matemáticas ¡jajaja!
En menos de una milésima de segundo apareció Fernando por una de las puertas de aquella casa:
-¡HOMBRE! Pero si has venido también con Ángela.
-¡SORPRESA!- dije yo.
-¡JAJAJA!- Todos se hecharon a reír.- Pues que pena, estos han salido ahora a patinar un poco por el parque, si quieres puedes bajar a buscarles, seguro que no estarán muy lejos.
-No, no, dejalo, ya me quedo aquí- ¿Pasar otra vez frío? No, ¡GRACIAS!
-Bueno, pues entonces, si quieres, sientate allí en el sofá y vé un poco la tele. ¿Quieres algo de beber o de comer?- me dijo María.
-Un poco de coca-cola si tienes.
-¡Pues claro que tengo! Con estos siempre hay que tener algo de esas cosas, porque entre los amigos y todo eso ¿verdad?
Asentí con la cabeza y sonreí con una suave risita.
Mi padre entró en la habitación del ordenador guiado por Fernando. Mi padre es una manitas de la informática, cuando no está arreglando un ordenador de un conocido está arreglando el mio o el suyo, resumiendo, en mi casa SOBRAN ordenadores.
Ese día se estropeó el de Nicolás y Marcos...por algo estábamos allí...
Jo, es muy buena la historia, me estoy empezando a enganchar. No dejes de escribir porfaa :D
ResponderEliminarMuchisimas gracias!
ResponderEliminarme encanta que te guste! es la prioridad :D